Culteranismo	Conceptismo
La palabra está al servicio de un contenido conceptual y emocional.	La poesía conceptista es poesía de contenido, es asociación ingeniosa entre palabras e ideas.
Vocabulario muy ornamental y ostentoso, con empleo de formas cultas del lenguaje: hipérbaton (Alteración o ruptura de orden lógico o gramatical de las palabras, para destacar determinados elementos frente a los demás), imágenes y metáforas, neologismos, alusiones mitológicas, elementos decorativos y sensoriales para crear una impresión de belleza.	Opera especialmente sobre el pensamiento abstracto, para lo cual se sirve de ingeniosas antítesis (enfrentamiento de dos ideas de significados opuestos), paradojas (expresión de un enunciado aparentemente absurdo, pero lleno de sentido y que invita a la reflexión), laconismos, el doble sentido, asociaciones ingeniosas de ideas o palabras (“conceptos”).
Juego de palabras, fantasías, sonidos y formas.	Juego de pensamientos y asociaciones como prueba de agudeza.
Busca crear un mundo de belleza absoluta con valores sensoriales: búsqueda de lo nuevo y extraordinario para excitar la sensibilidad: recargamiento del juego metafórico. Interesa la belleza de la imagen y la expresión refinada:gusto por los elementos sensoriales (color, luz, sonido, tacto, olor).	Búsqueda de lo nuevo y extraordinario para excitar la inteligencia y provocar la admiración. Interesa más la “sutileza del pensar” y la agudeza del decir.
Se expresa en la poesía.	Se expresa también en la prosa.
Es un arte de minorías.	Es un rasgo típico del español, de espíritu sutil e ingenioso.
Geográficamente se sitúa en el sur de España.	Geográficamente se sitúa en el norte y centro de España.
Los culteranos escribían para los sentidos.	Los conceptistas escribían para la inteligencia.
En el culteranismo pone mayor énfasis en la forma y en la estética que en el contenido.	En el conceptismo pone mayor énfasis en el significado de las palabras y en las relaciones entre ellas.
Gusto por la melancolía y por el contraste.	El conceptismo se caracteriza por la elipsis y la concentración de un máximo de significado en un mínimo de forma.
Juan de Mena XV, Fernando de Herrera XVII, Luis de Góngora.	Baltazar Gracián Francisco de Quevedo