domingo, 23 de noviembre de 2014

Crítica del teatro español del siglo XVIII en la obra de La Comedia nueva o el Café

Crítica del teatro español del siglo XVIII en la obra de La Comedia nueva o el Café



Por Juan Ramón Paredes Barajas.


Este breve ensayo propone el objetivo de reconocer el deterioro que hubo en el siglo XVIII en el teatro, por Leandro Fernández de Moratín en su obra La Comedia nueva o el café, en la cual, realiza una crítica sobre la decadencia que en su momento estaba sufriendo el teatro, partiendo en este texto con el método deductivo.
      
El teatro español en el siglo XVIII.
Después de la época dorada que en el anterior siglo había tenido el teatro español por medio de tres grandes dramaturgos como Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. En el siglo XVIII empieza la decadencia del mismo teatro, por diferentes motivos, la adopción de las nuevas modas que llegaban de Francia y dilapidaron los pilares de un teatro de grandeza al anterior siglo; “Se acató la llamada «regla de las tres unidades», que exigía una única acción, un solo escenario y un tiempo cronológico coherente en el desarrollo de la acción dramática”; la separación sobre las obras cómicas y trágicas, además la comentada por Leandro Fernández de Moratín que quedó registrada en su obra La comedia nueva, diciendo lo siguiente sobre el teatro: “la creación debía de estar reservada exclusivamente a los ´cultos´, a los ´sabios´ y a los de ´buen gusto´”,(González Moretín, 1993) perdición fatal dentro del teatro, puesto que en la época clásica, las obras tenían un carácter social, donde su funcionalidad era entretener a las grandes masas.
Es en este siglo también se gestan diferentes acontecimientos definitorios para España: la revolución francesa, la pérdida de poder en las diferentes colonias en el continente americano, los diferentes pactos firmados como: los tres pactos de familia y el tratado de Utrecht, la invasión que realiza Napoleón en España. Por otro lado, también se realizan cambios de pensamientos y es comúnmente conocido como el siglo de las Luces donde ese “intercambio entre los hombres que proclamaban los ideales” y el afrancesamiento dentro de la literatura por las ideas de Voltaire Rousseau y Montesquieu, fueron detonantes para la profunda crisis que tuvo España.
El teatro, también sufre una crisis como anteriormente se ha mencionado, porque se debatía en tres principales tendencias que fueron “la tradicionalista, la popular y la neoclásica”. En este siglo se pueden mencionar a tres dramaturgos importantes como son: Ramón de la Cruz con sus sainetes, quien estuvo enmarcado en la tendencia popular, Vicente García de la Huerta con su obra de Raquel, adherida en la tendencia tradicional y por su puesto también Leandro Fernández de Moratín.

Vida y obra de Leandro Fernández de Moratín y crítica de las obras.
Partiré en este punto sobre ¿quién fue Leandro Fernández de Moratín? y ¿cuál fue su crítica sobre el teatro español?, es fundamental, situar la vida de este autor dentro del siglo de las luces, pues, él nace después de la mitad del siglo en Madrid y muere en París en 1828, no tuvo estudios puesto que su padre se opuso a ello, sin embargo, en 1782, ganó un premio con su Lección Poética, en 1787 emprende un viaje a Paris donde aprovechó todo el conocimiento adhiriéndolo en sus obras, regresa a España y publica la sátira La derrota de los pedantes, en 1790 El Viejo y la Niña, el 7 de febrero de 1792 en el Teatro del Príncipe estrenó la obra: La comedia nueva o el Café, —obra que se trata el ensayo— en 1797 ocupa el cargo de Secretario de Interpretación de Lenguas en 1803 El Barón y en 1806 la obra más conocida de su autoría El sí de las Niñas. En su haber también se encuentra obra poética como: La toma de Granada, La Sátira contra los vicios, varias epístolas, odas, sonetos, romances, epítetos y una elegía titulada “Elegía a las musas”.
El personaje que realiza la mayor crítica sobre el teatro español es don Pedro de la obra La Comedia nueva o el café realiza el personaje una crítica sobre las obras de teatro que se había ido presentando a través de todo el siglo, de igual forma está en contra de la tendencia popular de escribir comedias.
Fernández de Moratín a través de todas sus obras, hace diferentes críticas como es el caso en la obra de El sí de las niñas, donde el objetivo principal son “la emancipación social femenina y el avance en el triunfo de los sentimientos sobre la razón” y por último el caso del poema épico “La mojigata” que trata sobre la falsa devoción. En las demás obras como es el caso de El Barón, escrita en 1806 que es una zarzuela y consta de dos actos y posteriormente el autor la convierte en una comedia, donde trata el tema de mestizaje desde el punto de un escritor español, convirtiéndose en una obra muy popular en la época por la crítica que anteriormente se ha citado, es por ello que recibe una denuncia ante la Inquisición.
Es un autor que constantemente hace críticas sobre las obras de arte contemporáneas y a sus autores. También realiza un estudio sobre los orígenes del teatro español y principalmente de las obras de Lope de Vega; hizo la traducción del inglés al español de Hamlet y del francés dos obras de Moliere La escuela de los maridos y El médico a palos


Crítica del teatro en la obra: la Comedia nueva o el café.
Como anteriormente se ha mencionado, Leandro Fernández de Moratín, realiza diversas críticas. Es hora de tomar la obra donde el autor hace una reflexión sobre el teatro español del siglo XVIII y el texto La comedia nueva, donde existen una de las mayores obsesiones que tiene el escritor, pues en ella muestra la decadencia del teatro español y crítica a todos los dramaturgos de su época por realizar obras de carácter popular y la deformación de la lengua.
Es sin duda, una de las obras más representativas de la época neoclásica, adhiriendo también del mismo autor la obra de El sí de las niñas. Es él, quien nos muestra en tan sólo dos actos la crisis y decadencia en la cual estaba ya el teatro español, ese estancamiento abrupto que había llegando y que no encontraría un retorno para volver ensalzar lo que había sido en el siglo anterior el teatro.
Obra donde con crudos pero certeros comentarios hechos por don Pedro, nos van mencionado lo agonizante y perdido esplendor con la metáfora del Cerco de Viena y la inaceptable realidad de los dramaturgos, creyendo aún que vivían en la época dorada española y todo esto queda plasmado por Fernández de Moratín en el personaje de don Hermógenes.
Es la caída de teatro que se habían ascendido al cenit del reconocimiento y los escritores de este siglo no pudieron, entendieron y supieron cómo quedarse extendido en la grandeza y lentamente el autor a través de las hojas van dibujando el paisaje de la decadencia en una obra que en lo personal es trágica pero finalmente el ánimo cree que podrá sobreponerse y hallará de nuevo el sendero de la excelencia, es esta la metáfora sobre la crisis que estaba cruzando España.
La obra de La Comedia Nueva, nos ofrece un lenguaje claro y moderado, donde con sencillez nos va trazando el conflicto en que estaba la literatura española en el teatro sobre las diferentes tendencias sobre lo popular y lo clásico y finalmente el autor nos deja el legado de un esplendido y agradable texto que nos ha llegado hasta nuestros días.

Comentario general sobre la obra.
En esta obra se muestran las diferentes concepciones que había de la época, el personaje pedante y que sólo tiene un conocimiento vasto sobre la cultura en general —don Hermógenes—, y alaba en primer término la obra don Eleuterio, mencionándole que desde la existencia del teatro griego y romano no se había escrito una obra de tal magnitud y termina creyéndoselo las palabras del señor “del buen saber” y erudito en la materia, mientras por el otro lado está la figura de don Pedro, el mismo tópico de un sabio, quién sólo habla sobre el engaño cuando es necesario y soporta la duras críticas que realizan la esposa y hermana de don Eleuterio doña Agustina y doña Mariquita, que en todo momento siempre le dan la razón a don Hermógenes.
De igual forma también aparece la figura del personaje de la vida cotidiana —Pipí—, que sólo se limita a darle la razón a don Hermógenes porque es sabido en el pueblo sobre su seriedad y su cultura, por último se puede mencionar la figura de don Antonio, quién se ríe sobre la mentiras que realiza don Hermógenes porque sabe realmente que la obra de don Eleuterio es demasiada mala y que antes que termine el primer acto todos los espectadores estarán fuera del teatro.
Los elementos donde se encuentra la carga de crítica principalmente en el personaje de don Pedro, siempre está hablando sobre la decadencia del teatro moderno —en su momento—, porque se ha vuelto muy “populachero” y los dramaturgos han perdido la esencia sobre hacer teatro. En reiteradas veces le hace ver a don Eleuterio las falsas ilusiones que le hace creer don Hermógenes sobre su obra “El cerco de Viena”, sin embargo, en ningún instante reflexiona sobre ello, hasta el último cuando llegan de prisa al teatro y se cercioran que todas las personas han salido de él antes de que termine el primer acto. 
A manera de conclusión puedo afirmar que Fernández de Moratín fue el primer personaje en tratar la historia del teatro español y realizar una obra seria sobre este tema, de igual manera nos presagia la decadencia que reinaba ya desde varias décadas antes que él naciera sobre lo mismo. Como buen lector y escritor, fue un excelente crítico quién nos ofreció en una obra la verdadera realidad que se estaba generando en el Neoclasicismo, naturalmente fue visionario sobre lo que se acercaba y que no se podía evitar de ninguna manera.
 Esta obra, ofrece en tan pocas páginas grandes enseñanzas de diferentes temas, el lector sin conocer el contexto de la obra puede pasar momentos agradables y poderse identificar con diferentes personajes, enojarse sobre los comentarios de don Hermógenes, otorgarle la razón a don Pedro o ilusionarse como don Eleuterio, meterse y darle siempre la razón al falso conocedor cómo lo hizo Pipí, doña Agustina y doña Mariquita o simplemente ser un espectador más de la historia como lo es don Antonio.
Nos brinda el escritor una obra que a través de los años se posicionó como una obra importante y figura en el neoclasicismo.





Formato APA.

Fernández de Moretín, L. (1993) El sí de las niñas, La comedia nueva o el café. México, Editorial EMU. Pp. 117

Extraído del: Extraído el 16 de noviembre de la páginahttp://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_espa%C3%B1ola_de_la_Ilustraci%C3%B3n#Teatro

Extraído del: Extraído el 16 de noviembre de la páginahttp://es.wikipedia.org/wiki/La_comedia_nueva


Extraído del: Extraído el 16 de noviembre de la páginahttp://www.historiasiglo20.org/HE/8a.htm

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