miércoles, 3 de diciembre de 2014

De-Goya-ndo la Historia

Autor: Francisco de Goya (1746 – 1828) Obra: Saturno devorando a su hijo Etapa: El Trienio Liberal y Las Pinturas Negras (1820 – 1824)
Características: Esta etapa se conoce por una serie de catorce cuadros con la técnica del óleo al secco donde encontramos los rasgos más particulares los tonos obscuros en cada uno de sus cuadros con pequeños contrastes de colores blancos en los grandes ojos o vestimentas de sus personajes y los azules dando luz por medio del firmamento. En los temas que encontramos en los cuadros están: La sátira de la religión —romerías, procesiones, la Inquisición— o los enfrentamientos civiles, las tertulias y conspiraciones una interpretación en clave política que podría desprenderse del Saturno el Estado devorando a sus súbditos o ciudadanos. Se han hecho varios análisis psicológicos y sociales por parte de la crítica especializada acerca de esta importante etapa de Goya, ya que podría ser considerada como la etapa cumbre del pintor tanto por su modernidad como por la fuerza de su expresión. Dentro del análisis psicológico tenemos a un Francisco de Goya en la conciencia de su decadencia física, más acentuada por la convivencia con una mujer mucho más joven y sobre todo las grandes consecuencias de su enfermedad (1819) que lo puso en un estado de debilidad y cercanía con la muerte. Saturno es, además, el dios del tiempo y la encarnación del carácter melancólico, relacionado con la bilis negra, en lo que hoy llamaríamos depresión. Elementos simbólicos e iconográficos: Representa al Dios Cronos (Dios del Tiempo) en el acto de devorar a uno de sus hijos, es una figura de emblema alegórico del paso del tiempo, pues Cronos se comía a sus hijos recién nacidos por temor a ser destronado por uno de ellos. Según Freud el cuadro está relacionado con la melancolía y la destrucción. Goya nos sitúa ante el horror caníbal de las fauces abiertas, los ojos en blanco, el gigante avejentado y la masa informe del cuerpo sanguinolento del supuesto hijo. El acto de comerse a su hijo se ha visto como una figuración de la impotencia sexual desde el punto de vista psicoanalítico que se refuerza con el cuadro que se encuentra en frente Judit matando a Holofernes que muestra a la mujer tema bíblico en el que la bella viuda judía Judit invita a un banquete libidinoso al viejo rey asirio Holofernes y, tras emborracharlo, lo decapita. Punto de Vista: La serie de cuadros Pinturas Negras del pintor Francisco de Goya es para mi gusto, la etapa más importante de la totalidad de su obra, ya que el expresionismo que encuentro en cada uno de sus cuadros causa un tipo de sensación única y que al final del día es lo que se puede rescatar como el Arte. En los cuadros: Cabezas en un paisaje, Dos viejos comiendo sopa, La romería de San Isidro, El Aquelarre, Judith y Holofernes, Saturno devorando a su hijo, La Leocadia, Visión Fantástica, Átropos, Mujeres Riendo y Hombres Leyendo. En cada uno de ellos encuentro un cierto referente de la situación social y actual que vivía Goya, su avanzada edad, que reflejaba sabiduría, su relación con una mujer más joven que le representaba un problema mental por complacerla y su situación y punto de vista respecto las guerras que aquejaban a España. En la mayoría de sus cuadros encontramos el poder femenino frente la decadencia del hombre en cuestiones físicas me parece, por ejemplo, en los cuadros: Mujeres riendo y Hombres leyendo que se encuentran frente a frente en el Museo de Prado quizá sea que las mujeres ríen por burla del hombre o felicidad que tienen mientras que en el segundo cuadro que menciono los hombres serios y viejos se encuentran leyendo, la actividad de la lectura es asociada como una actividad de intelectualidad, es por esta razón que al encontrarse ambos cuadros de frente hacen un juego de sexos que al final vienen representando a la sociedad hoy y siempre. La obscuridad que es manejada en la mayoría de sus cuadros es un reflejo de la soledad que tenía el pintor, su cercano paso a la muerte provocaban una singular inspiración en su arte, el reflejo de hombres viejos y barbados en sus cuadros simulando tal vez su aspecto desgastado. Saturno devorando a su hijo es uno de los cuadros que siempre han llamado mi atención cuando por fortuna me toca toparlo en diferentes medios, ya que la frialdad de mostrar un hombre grande comiendo a un cuerpo pequeño, la denotación del color rojo de la sangre que brota del cuerpo causan una sensación especial, un sentimiento difícil de expresar en palabras, pero que sin duda a cualquier persona que llegue a presenciar esta obra, le llamará la atención la forma en que se expresan estos personajes, la frialdad y la dureza que demuestran. Goya siempre fue un incansable precursor del arte español y que trascendió hasta lo mundial, y sobre el paso de la historia, fue un pintor de época y que en cada una de sus obras encontramos un sentido de arte especial.

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