jueves, 27 de noviembre de 2014

Calderón de la barca

La caverna del sueño
(ensayo)
Edgardo Aguilar

La vida es sueño una de las obras de Calderón de la Barca, más elogiadas por los estudiosos de las letras, fue escrita en el año de 1635. Pertenece al movimiento barroco. Esta obra de género dramático está escrita en verso medido. La riqueza de sus figuras literarias y de su exacta métrica ha atraído a muchos estudiosos. El trasfondo de dicho texto ha sido el objeto de análisis de muchos pensadores. La vida es sueño es una metáfora que se une al pensamiento solipsista, al igual que es una reiteración del conocido mito de la caverna de Platón.
Segismundo, un hombre que vive soñando, prisionero en una torre a causa de una predicción que lo definía como un rey tirano, pasa la vida cautivo como en una caverna viendo sombras a través de las rejas de su ventana. Para Segismundo la vida es prisión y cadenas, dedica el tiempo a meditar en su condena “¡Ay mísero de mí, y ay infelice!/ Apurar, cielos, pretendo, / ya que me tratáis así, /qué delito cometí contra vosotros naciendo. / Aunque si nací, ya entiendo/ qué delito he cometido; / bastante causa ha tenido/ vuestra justicia y rigor, / pues el delito mayor/ del hombre es haber nacido.” A raíz de que toda su vida ha pasado en cautiverio él tiene esa concepción del mundo. Basilio, rey de Polonia, padre de Segismundo, siente curiosidad por saber si el oráculo había acertado en que su hijo sería un rey tirano. Bajo el efecto de una pócima somnífera hace llevar al príncipe al castillo, este al despertar se da cuenta de quién es, y comienza a comportarse cómo el tirano que describió el oráculo. Sin embargo el rey tenía entre manos un engaño: “Si él supiera que es mi hijo/ hoy, y mañana se viera/ segunda vez reducido/ a su prisión y miseria, / cierto es de su condición/ que desesperara en ella; / porque, sabiendo quién es, / ¿qué consuelo habrá que tenga?/ Y así he querido dejar/ abierta al daño esta puerta/del decir que fue soñado/ cuanto vio. Con esto llegan/ a examinarse dos cosas; / su condición, la primera; / pues él despierto procede/ en cuanto imagina y piensa; / y en consuelo, la segunda, / pues, aunque ágora se vea/ obedecido, y después/ a sus prisiones se vuelva, / podrá entender que soñó, / y hará bien cuando lo entienda; / porque en el mundo, Clotaldo, / todos lo que viven sueñan.” Así Segismundo tras perder su oportunidad de ser el rey, adormecido, vuelve a ser llevado a su cautiverio. Cuando despierta en la torre cree que todo lo que pasó en el palacio ha sido un sueño medita entonces en sobre su situación “¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño; / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son.” he aquí el núcleo de la historia, el centro en que gira el texto. En estos versos se hace claro el pensamiento solipsista de Segismundo en el cual es él el centro de todo, y todo cuanto ha visto ha sido soñado. Así mismo se concreta en esta sentencia el mito de la caverna.

Retomando en pocas palabras, el mito se refiere a un hombre que está encerrado en una caverna en la cual sólo alcanza a ver sombras y determina que de eso está formado su mundo. Del mismo modo Segismundo en su torre, solo se tiene a sí mismo, y sus pensamientos y sueños son las sombras que él percibe y de lo que construye su realidad. 

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