“MORTALES
QUE AMAIS”
Juan
Bautista Cabanilles (1644- 1712)
1.
Contexto y Circunstancias
En la historia de la
música española, se produce un ‘cambio de estilo’ en torno a 1750.
El siglo XVII está
encuadrado dentro de un contexto que evidencia la existencia de una
personalidad musical propia. El siglo XVIII es el de la italianización de la
música española.
Desde el último
tercio del siglo XVII se hace sentir en toda Europa el impacto de nuevas formas
y estilos procedentes de Italia: la ópera, el oratorio, la emancipación cada
vez mayor de los instrumentos con relación a las voces, las audacias armónicas
que van resquebrajando el viejo sistema modal y estableciendo plenamente la
tonalidad, la primacía de la melodía sobre el contrapunto…
Cabanilles es la
culminación de una forma de composición con unas características bien propias
que darían pie a otros nuevos estilos.
2.
Vida y obra de Juan Bautista Cabanilles
A Juan Bautista
Cabanilles se le ha clasificado como conservador, como hombre poco dado a la
modernidad del siglo XVIII, centuria que comenzó cuando él era ya, un maduro
maestro.
La atención del
presente análisis musical, se concentra en una sola obra de este compositor,
“Mortales que amáis”. Tono al Stmo. Sacramento a 4 (SSAT) y continuo.
Nacido en la
valenciana población de Algemesí en 1644, estudió con Jerónimo de la Torre
(antecesor de Cabanilles como organista de la Seo de Valencia) y Urbano de
Vargas (Maestro de Capilla de la Catedral de Valencia).
3.
Análisis Musical
La obra “Mortales que
amáis” Tono a cuatro voces [(SSAT) y continuo] al Santísimo Sacramento es un
Tono a la Pasión de gran aliento y fuerte expresividad lograda mediante un
entramado polifónico rico en ideas, eficaz en el tratamiento del texto, y del
que resulta un colorido armónico de singular belleza. Este Tono o villancico
religioso es una lección magistral sobre el empleo del retardo y de la
disonancia, con pasajes atrevidísimos y con sentido de modernidad, sobre todo
para su tiempo.
Según José Climent,
responsable de la edición moderna de las obras vocales de Cabanilles, la temática
del texto en Bach y en Cabanilles, es la misma (el dolor ante el padecimiento
de Cristo para salvar a la humanidad) y también la tonalidad (Mi menor), con lo
que ya son demasiadas coincidencias casuales.La obra “Mortales que amáis” Tono
al Stmo. Sacramento a 4 (SSAT) y continuo, se encuentra transcrita en 3/4,
tiempo ‘Ternario’.Con los compases ternarios se practica el género de reducción
de breve = redonda, escribiendo el ternario mayor en 3/2 y el de
proporcioncilla en 3/4, siendo este el caso de la obra objeto de análisis. El
compás de proporcioncilla (3/4) es el más peculiar y frecuente, aunque se han
publicado bastantes partituras en que, con la misma reducción de valores, el
compás se escribe en 6/4, pero ello no elimina las ligaduras que surgen de notas
repartidas entre compases. La obra “Mortales que amáis” Tono al Stmo.
Sacramento a 4 voces (Soprano, Soprano, Alto, Tenor) y continuo del compositor
Cabanilles, se encuentra escrita en tercer tono, en mi menor.
La
propiedad que tienen estos Modos, dicha con brevedad, es como se sigue. El
Primero Modo es alegre, provocativo a buena conversación y a toda honestidad.
El Segundo Modo es grave. El Tercero, terrible y provocativo a ira. El Cuarto,
adulador y halagüeño. El Quinto, sensual y despertador de tentaciones. El
Sexto, triste e incitativo de lágrimas. El Séptimo, fuerte y soberbio. El
Octavo, como queda dicho, tiene parentesco con todos los otros Modos. (Lorete).
Tampoco hay que
confundir las figuras retórico- musicales con la posibilidad que tiene la
música, como arte sonoro, para expresar el afecto (emociones, sentimientos,
recuerdos incluso por asociación de ideas), o para imitar sonidos de fenómenos
naturales. Estos procedimientos son algo muy diferentes a lo que se entiende
por figuras retóricas. En la obra, objeto de análisis, como figuras
descriptivas, destaca sobre todo, el uso de la Fuga, figura retórica con la que
se quiere expresar la imitación, seguimiento y obediencia a Dios (Las
diferentes voces de la composición van cantando un mismo diseño melódico). No
se utiliza la Hipérbole, es decir no se sobrepasa el sistema de líneas por
arriba o por abajo, por lo que la obra no expresa el cielo o infierno sino más
bien se encuentra en lo terrenal, como el propio título de la obra lo indica,
“Mortales…” Destaca también, el uso de la Exclamación, la melodía generalmente
marcha por grados conjuntos, y sobre todo sobresalen los intervalos menores
para expresar tristeza, lo cual también se subraya con palabras como por
ejemplo “llorar” (c. 42- 43), que melódicamente realiza un movimiento
descendente de semitono (2ª menor).
La tonalidad, la
modalidad, los tempi, las pausas, los acordes y las disonancias, etc.;
presentan una clara correlación con el significado del texto poético al cual
dan soporte, dependiendo del afecto o situación explicitada.
El cambio de modo es
“apto para expresar afectos opuestos, como tristeza y alegría, temor y valor.”
Si las expresiones
son tristes, dolorosas, etc., ponga las voces en posición baja, use de las
terceras y sextas menores; las ligaduras de séptima, cuarta y novena también
menores, que todo es muy del caso, como también las voces sean contraltos,
tenores y bajos. Si los afectos fuesen
alegres, festivos, etc., las voces (si son tiples serán del caso) vayan altas,
las ligaduras y especies imperfectas mayores. Cuando se hayan de explicar los
elementos, el aire, el fuego, altas las voces, el agua y la tierra las voces
bajas. La oscuridad, tinieblas, y errores también en positura baja, el cielo,
el monte, alturas, collados las voces altas, en el valle, el profundo, el
abismo, etc., bajas. Los afectos de ira, arrogancia, presunción, desesperación,
etcétera, pueden explicarse llevando las voces altas y las notas menores con
puntillo. Y la de humillación en positura baja y música pausada. Los afectos de
admiración con algunas pausas en voces e instrumentos.” La temática del texto
es la misma que en la obra de J. S. Bach “La Pasión según San Mateo”: el dolor
ante el padecimiento de Cristo para salvar a la humanidad y la ingratitud de
ésta.
4.
Análisis de estética y contenido.
La maestría de
Cabanilles la vemos en la utilización de los retardos y las disonancias de su
melodía, marcando así las distancias que le harían merecedor de su valía y
reconocimiento internacional.
El cromatismo y el
uso de ásperas disonancias están presentes muchas veces como medio para crear
efectos de claroscuro que anublaban la estructura modal de la música, así como
medio para alcanzar expresión emocional y tensión dramática.
En cuanto a su
estructura interna, es una obra de gran envergadura con una extensión de 186
compases, sin contar la repetición del estribillo. Este, como sucede casi
siempre en los villancicos y romances de la época barroca, el estribillo es
mucho más extenso que la copla, constando de 159 compases, mientras que la
copla, a pesar de que el músico ha utilizado dos estrofas juntas, como si
fueran una sola, lo cual constituye una excepción rarísima, solamente tiene 27 compases.
5.
Conclusiones
Para terminar, no se
puede decir de forma definitiva, este es el modo de escribir de Juan Bautista
Cabanilles, sino, este es el modo en que probablemente escribió la obra
“Mortales que amais”, ya que la evolución estilística es inherente a la tarea
compositiva de un creador nato. Posiblemente esta sea la magia de la creación
musical, y lo que la hace en realidad, tan bella e inesperada.
6.
Bibliografía:
·
Toda la información fue extraída
textualmente de la red mundial de información:
http://visarmie.blogspot.mx/2010/04/mortales-que-amais-juan-bautista.html
Ana Karen Gómez Zamora
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